Chistes
 
Entra un señor en un bar y pide un café, el mozo lo trae y el señor se lo toma, pide la cuenta y el mozo le dice:
Son 26 pesos.
¿Cuántos? ¿Un café 26 pesos? ¿Usted está loco?
Entonces, el señor se acuerda que tiene 26 monedas de un peso y se las empieza a tirar de una detrás del mostrador, y así las 26 monedas. El señor se va y el mozo se quedó re caliente, este maldito, me tiró todas las monedas.
Vuelve el mismo señor a la semana, pide otro café, se lo trae el mozo y el señor se lo toma, cuando pide la cuenta el mozo le dice:
Son 26 pesos.
El señor saca un billete de 50 pesos y se lo da al mozo. El mozo va a la caja y le dice al cajero:
Mira, ahí está el maldito que me tiró las 26 monedas, dame el vuelto en monedas que lo voy a joder.
El cajero le da 24 monedas de un peso y el mozo se acerca al señor y le dice:
Aquí tiene su vuelto, y le tira de a una todas las monedas.
El señor saca dos monedas, las tira y le dice:
¡Mozo, otro café!


Caminaba un misionero por la sabana africana, cuando de repente vio aparecer ante si, un león enorme.
El misionero miró a la derecha e izquierda, pero no encontró ningún lugar para ocultarse; ante lo cual comenzó a rezar, diciendo:
Señor, infunde a este animal sentimientos cristianos.
Ustedes dirán que la oración no es eficaz, pero en éste caso sí que lo fue, porque ¡Milagro!
El león se arrodilló y dijo:
Bendice señor este alimento que vamos a comer debido a tu bondad, amén.


Si tu hombre o mujer tiembla cuando lo abrazas,
Si sientes sus labios ardientes como brasas,
Si su respiración se agita,
Si hay en sus ojos un brillo febril.

Corre es influenza porcina!!


En un fuerte dos soldados están esperando a los indios. El de abajo le dice al de arriba:
¿Soldado, vienen los indios?
Sí, pero los veo pequeños, dice el soldado.
Al cabo de media hora:
¿Soldado, vienen los indios?
Sí, pero los veo medianos.
Al cabo de tres horas:
¿Soldado, vienen los indios?
Sí, y están en la puerta.
Pues, ¡Mátelos!
No puedo.
¿Por qué?
Porque los conozco desde "pequeñitos".



Dos borrachos que no tenían un duro y estaban locos por tomarse un trago conversan:

"Oye Pepe, tengo unas ganas de tomarme un trago!!!"

"Yo también, Manolo, pero no tenemos un duro."

"Bueno Pepe, yo tengo una idea. Fíjate bien, compramos una salchicha grande y nos vamos a un bar. Empezamos a tomar y cuando el bartender nos venga a cobrar yo me meto la salchicha por el pamtalón y me la saco por la portañuela y tu empiezas a mamar como si fuera una polla. De seguro que nos botan del bar por inmorales y no pagamos, ¿qué te parece?"

"Fantástico, Manolo, vamos a hacerlo!"

"Sí Pepe, pero yo empiezo con la salchicha, yo fui el de la idea."

"Bien Manolo, lo que tu digas."

Se fueron a un bar y toma que toma hasta que estuvieron medio borrachos. Cuando vieron que el bartender les venía a cobrar, Manolo se sacó la salchicha por la portañuela y Pepe se agachó a mamar. El bartender exclamó: "¡Inmorales, maricones, fuera, fuera de mi bar!" y salieron riendo a la calle y sin pagar.

Asi estuvieron toda la noche de bar en bar tomando de gratis usando el truco de la salchicha.
Cuando estaban en el bar numero siete y preparados para hacer el truco otra vez Pepe le dice a Manolo:

"Oye Manolo, ya estoy cansado de ser yo siempre quien coja la salchicha para mamar, ahora en este bar pásame la salchicha a mi y ponte tu a mamar".

Y Manolo le responde:

"¿Qué salchicha Pepe?, ¡la salchicha se me quedó en el primer bar!"

 
   
 
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